La otra mañana estaba ojeando la prensa local, como de costumbre, cuando me topé con la siguiente noticia: EDUCACIÓN DA CASI POR PERDIDOS LOS ORDENADORES EN LAS AULAS POR LOS RECORTES.
En ese momento me asaltó una duda: ¿por qué los representantes de Educación en el Gobierno exigen a los docentes que nos formemos en Tecnologías de la Información y de la Comunicación y que incluyamos estas en las programaciones didácticas, si a la hora de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje en un centro educativo no vamos a contar con los recursos necesarios para ello? ¿Estos planteamientos no rayan en el absurdo?
¿Por qué no se llevan a cabo recortes en otros ámbitos menos importantes que la Educación? Creo que no invertir en la misma condena a los habitantes de un país al ostracismo y los hace fácilmente manipulables. Los señores ministros y consejeros no han considerado el perjuicio que van a causar a todos aquellos alumnos a los que van a privar de un derecho. En esta era de la información y de la tecnología, cuanto mayor sea el conocimiento de idiomas e informática (entre otros) que se tenga, con más posibilidades de integrarse en el mercado laboral se contará. Si, finalmente, se aplican los recortes mencionados en esta noticia, la mayoría de los discentes de la Región de Murcia se quedarán sin el proyecto Aula 2.0, lo que supondrá la merma considerable de sus conocimientos de informática y de otras materias.
Aquí dejo esta reflexión personal. Espero que os haga pensar a vosotr@s también sobre los derroteros hacia los que se dirige la Educación, ámbito profesional para el que nos estamos preparando.
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